Creo que estoy en medio de una crisis de aburrimiento letal.

s o s

Me gustaría amarte como un animal, con urgencia, para satisfacerme. Amarte y luego lamerme los bigotes y comer hasta llenar, alimentarme de seres si no inferiores, indefensos y desprevenidos. Luego caminar, andar y vaciarme de ti. Dormir sucia y maloliente, viscosa, acomodar mis huesos sobre la tierra y luego buscarte en la penumbra y repetir la dosis, una y otra vez, hasta que se termine el celo, la fuerza o la vida, nunca se sabe que llega primero.

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Espero morir algún día por decisión propia, por todos los cigarrillos, conservadores, radiación y colorantes.

Auras fantasmales me rondan entre el humo y pequeñas calaveras se forman entre mis dientes... en fin que espero estar contigo muy pronto, y ser un cadáver muy simpático

Esta viscosidad
que se evapora sobre mi cuello
trae a oleadas
la nitidez de tu boca,
casi sin temor
(no es inexistente del todo).

En cuanto a mi,
ya sin aureolas purpúreas
me voy yendo
de sur a norte
y de nuevo sobre mi vientre.

Busco tu sabor, que esta tan lejano a estas horas de aire helado, tu saliva dulce en que nada despreocupada tu lengua, tan lejos de mis deseos. Enciendo un cigarrillo fuerte, pienso en ese último beso que me das cuando te marchas.

Mi cuerpo está formado de voces
y atado a la cabecera de tu cama;
las manos son una plegaria,
los ojos son una abertura
que sangra en transparente,
la boca es un aliento discontinuo
que se llena de asombro,
la nariz es mi único recurso...

Mi cuerpo está formado de ángulos
brazos águdos
cintura 90º
y las piernas van a placer entre lo obtuso y la nada.

Mi cuerpo esta formado de escombros;
la piel que se ha quedado
muda y amalgamada,
las vísceras palpitantes y agotadas,
mil hebras de cabello en el destierro
que forman figuras exóticas sobre una laguna.

Mi cuerpo deshabitado,
desolado, rojo, azul,
irritado, mojado,
deshojado, desperdigado...

Mi cuerpo de tí...

MERODEO  con mi piel
todos los espacios del cuadro,
cruel madera que te enmarca.
Con mis uñas tiernas de gato
intento hacerlo ceder,
lo convenzo
lo hiero hasta que sangra
y pruebo tu interior azul.

Me infiltro en un poco,
soy una larva madurando
en dulce tierra húmeda
gusano legendario
de mineral astral.

Succiono el universo
hasta quedar sin aire
en el cuadro ahora vacío
(laguna eléctrica
de anguilas herbívoras)
le sonrío a nuestros restos
desde mis vestigios austeros
de larva inconsciente.